Sobre mí

Mi nombre es Lucía Micaela, aunque en Madrid todo el mundo me conoce como Micaela. Nací en Cádiz donde, a muy temprana edad, comenzó y se forjó mi relación con la escena: primero desde la danza y luego desde el teatro. A los 17 me vine a vivir a la capital para formarme profesionalmente como actriz, aunque también exploré la creación audiovisual como forma de expresión en la universidad. Desde entonces, estos lenguajes han pasado a formar parte de mi identidad como artista.
Muy poco después de salir de la escuela encontré la oportunidad de juntarme con gente que al igual que yo entendía la escena desde la creación multidisciplinar y no sólo desde la interpretación y así nació mi compañía, Haurire. Éste es el espacio donde esa identidad de la que hablaba se pone en relación libremente con la creación escénica.
Llevo desde 2020 trabajando profesionalmente como actriz, sobre todo en teatro, en distintos tipos de producciones y si hay algo que pienso que me define como intérprete es mi relación con el cuerpo; ya sea por mis años de experiencia como bailarina o por mi interés perenne en acercamientos eminentemente físicos a la actuación (Chéjov, Lecoq, Suzuki, Laban…).
En cuanto a mis trabajos como videógrafa y editora, han surgido siempre de manera muy orgánica, ya que narrarme a través de imágenes es una tendencia que inunda mi día a día y que por lo tanto ha acabado también por aparecer en mis entornos de trabajo: como herramienta creativa dentro de la propia escena, como manera de documentar procesos y por último, para comunicar y promocionar los proyectos. Desde que me di cuenta que esto era algo que me nacía naturalmente, empecé a integrarlo en mi identidad personal como artista: es una cosa más que puedo ofrecer.
Mi siguiente objetivo es tener la oportunidad de enfrentarme como actriz a proyectos en el ámbito audiovisual, porque siento que es mi área más inexplorada de la profesión, a pesar de la fascinación que me produce. Quiero poder seguir descubriendo quién soy cuando creo y rodearme de personas junto a las que crecer en todas las direcciones posibles; en definitiva, seguir trabajando más y mejor cada vez.